martes, 8 de enero de 2013

Don Teodoro Schmidt Weichsel: Capítulo I (sus orígenes y labores en Europa)

El siglo XIX trajo a la extensa geografía de Chile a científicos, trabajadores, viajeros, inversionistas, colonos y aventureros, quienes provenían de los más variados orígenes étnicos y nacionalidades. Algunos llegaban con parte de la familia y/o con amistades, y otros, no pocos, en solitario. Los que se establecieron en este país tuvieron diversos resultados en su inserción en la sociedad chilena. Muchos de ellos lograron el éxito y reconocimiento, debido a sus habilidades o a el nivel educacional que habían logrado en sus patrias, especialmente los de origen europeo. Los que habían estudiado en instituciones educacionales técnicas  muchas veces ya viajaban a esta lejana nación sudamericana con contratos hechos en Europa con el Gobierno de Chile, el que buscaba a profesionales extranjeros que ayudaran en la realización de los proyectos de obras públicas. Los más cotizados profesionales técnicos eran de nacionalidades francesa, inglesa, alemana y belga, quienes "dateaban" a otros colegas connacionales sobre los proyectos en Chile, siendo éstos alentados a contactarse con las legaciones chilenas para ofrecer sus servicios. La inestable economía, y dificultades de distinta índole que experimentaba el Viejo Continente, incentivaron a muchos jóvenes ingenieros europeos a embarcarse en los barcos veleros y, más tarde, vapores que cruzaban el Atlántico y venir a probar suerte en el Nuevo Mundo. Uno de aquellos profesionales técnicos europeos, de origen alemán, que llegó a Chile a mediados del siglo XIX, fue Teodoro Schmidt Weichsel. Al contrario de la opinión de algunas personas, no fue un inmigrante que haya venido hasta esta nación sudamericana dentro de los grupos contratados para la colonización, si no que fue un joven profesional técnico, libre, en busca de empleo y mejores espectativas en América.

Teodoro Eduardo Schmidt Weichsel (nacido Theodor Eduard) hacia fines de su vida escribió de su propio puño una biografía de su persona, hablando de sí mismo en tercera persona (el registro original se haya en el Archivo Regional de La Araucanía, ubicado en la ciudad de Temuco). Las primeras palabras plasmadas en sus escritos dicen:

"Teodoro Schmidt nacio el 5 de julio 1834. En el protocolo de bautismo de la comuna evanjélica de Darmstadt del año 1934 existe la siguiente partida:
En el año Cristo mil ochocientos treinta i cuatro, el cinco de julio a la tarde, a las siete, nació según aviso fidedigno al Secretario de la Administracion principal del Correo Señor Juan Ludowigo Schmidt, de su esposa Señora Pauline, nacida Weichsel de König, el cuarto niño, un hijo, el segúndo hijo i fue bautisado el 27 de julio, donde recibió el nombre de Teodoro Eduardo.-"...
Seguidamente, sus propias palabras expresan que él nació en casa de su abuelo paterno, "en la plaza principal, en el sitio, que limita al norte, con la muralla de la ciudad i torre, distante treinta metros de la puerta de la ciudad". En el año 1837 el pequeño Teodoro queda huérfano de padre y, a poco de cumplir los 10 años de edad, su madre Pauline también fallece. En sus estudios primarios de seis años de humanidades aprende latín y francés, y, en su enseñanza superior (1849-1852), en la Escuela Superior Técnica de Darmstadt, aprende matemáticas, botánica, geometría descriptiva, mineralogía, zoología, química, física, meteorología, química general, química agrícola, fisiología de plantas, geognosia, anatomía de animales domésticos, "exterior del caballo y herreduría, phatalogía especial i therapia", partería de animales domésticos, "aritmética política i teneduría de libros agrícolas", geometría práctica, producción general y especial de plantas, arboricultura, cultivo de prados, administración rural, tecnología agrícola y arquitectura agrícola. En aquella época, su vida "era parecida al de fines de la Edad Media. Se escribía con plumas de ganso"..., se tejía, "se hilaba, se trillaba el grano para el pan en la casa i se alumbraba con aceite de nabo o con vela de sebo". Sus conocimientos adquiridos los ejerció de manera práctica en el Ducado de Darmstadt y en los alrededores (en la propiedad del príncipe Isenburg), y en el Gran Ducado de Hesse. Una carta de su tío "General-mayor Schmidt" le permite conocer la existencia de una posibilidad de encontrar empleo en Austria. Entre los años 1855 y 1858 fue empleado del ingeniero civil Franz Von Kreuter, quien realiza obras de mensura, regadío y drenaje en propiedades de altos dignatarios austríacos: barones (tal como el banquero Rotschild), condes, príncipes y hasta el propio Emperador Francisco José I. A principios de 1858, ante el presagio de guerra entre Francia y Austria, su empleador, que se había hecho de fama y fortuna en aquella última nación, decide no continuar su negocio. Schmidt queda sin trabajo. Siendo huérfano y habiendo perdido a todos sus hermanos, a excepción de una hermana, decide emigrar a América. El gobierno del Ducado de Darmstadt (ver Confederación Germánica) le ofreció encargarse de los trabajos de "pradicultura", también de darle recomendaciones para Estados Unidos, pero Schmidt ya tenía en mente otro plan, ir a Sudamérica: las colonias alemanas del sur de Brasil serían su destino. Con pasaporte en mano esperó el viaje, pero el navío sufrió una demora que le impidió zarpar desde Hamburgo. La espera le llevó a presentarse a una entrevista con el cónsul general de Chile y agente de inmigración en aquella ciudad puerto, don Vicente Pérez Rosales. Éste, al ver su pasaporte, certificados de estudios y otros documentos, le dio una carta con "muy buenas recomendaciones a una de las mejores familias de Chile". Fue así como un buque que no podía salir a Brasil permitió que Teodoro Eduardo Schmidt Weichsel se embarcase, el 3 de abril de 1859, en el barco "Sofía Georgette", rumbo a un destino distinto: Chile, una joven nación sudamericana del Pacífico.

CONTINÚA EN EL CAPÍTULO II


3 comentarios:

  1. Felicito a Omar Acuña por el excelente articulo.
    Coincidentemente en este momento estoy elaborando un articulo sobre los dueños de la Hacienda Catapilco, que justamente dieron empleo a Teodoro
    Schmidt en 1858. La carta de recomendacion que
    le dio Vicente Perez Rosales a T. Schmidt estaba
    dirigida a Ruperto Ovalle Vicula, uno de los 14 hijos de los dueños de Catapilco. Atte.
    Patricio Cavieres Korn -

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    1. Gracias, don Patricio Cavieres, por su felicitación y aporte al conocimiento de la historia no contada de Chile.

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  2. Me he alegrado mucho con sus estudios sobre mi antepasado.Estoy viviendo cerca de Hesse y pretendo investigar mas su rama genologica.Muchas gracuas.

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