jueves, 14 de febrero de 2013

Don Teodoro Schmidt Weichsel: Capítulo II (la llegada a Chile y sus labores con la familia Ovalle)

(Viene del CAPÍTULO I)

El día sábado 3 de abril de 1858, el velero alemán Sophia Georgette (construido en el año 1853 como "Anna", por Ahlers en Elsfleth, y vendido en octubre del año 1855 a Johann Paul Wisel), capitaneado por C.F.H. Rosenkranz, zarpa desde el puerto de Hamburgo hacia Sudamérica trayendo entre sus pasajeros a un joven técnico agrícola alemán de 24 años de edad, Theodor Eduard Schmidt, originario del Ducado de Hesse-Darmstadt (ver el Capítulo I). Schmidt viaja a la república de Chile, trayendo consigo cartas de presentación para el señor Ruperto Ovalle en Catapilco y para el "Sr Rosenberg en Valparaíso", escritas por don Vicente Pérez Rosales, el entonces Cónsul General y agente de inmigración chileno en Hamburgo.

   Velero de la clase del  Sophie Georgette,
en que don Teodoro Schmidt Weichsel emigró a Sudamérica

Poco se conoce de los hechos de don Teodoro Schmidt Weichsel, antes de que se instalara en La Araucanía, por lo que es necesario ilustrar ese vacío con frases extraídas de su propio relato manuscrito.
Un largo viaje, con una travesía que contempló necesariamente varias escalas, lleva al Sophie Georgette a divisar el Cabo de Hornos, con sus nevados roqueríos, el día jueves 24 de junio de 1858. En su manuscrito don Teodoro Schmidt W. relata que "el 27 hubo un gran temporal, con nieve i hielo a bordo, el 5 de julio se pasó la isla Diego Ramírez i despues de un furioso temporal el 15 de julio, al lado del Pacifico ya, se divisó el 30 de julio el perfil nevado de la Cordillera i fondeó el buque el 1º de agosto a las 12 del día con bandera chilena en Valparaíso". El capitán Rosenkranz recomienda a Schmidt alojarse en el Hotel Chili. Al día siguiente el joven técnico alemán ubica a uno de los destinatarios de las cartas de recomendación, el señor Rosenberg, quien no le provee de empleo pero sí de información para llegar hasta Catapilco por vía marítima vía Zapallar, en el vaporcito "Fósforo". El vaporcito zarpa antes de que Schmidt pueda embarcarse en él, por lo que éste determina que no lo esperará a que regrese a Valparaíso e inicia, en el quinto día de su estadía, el recorrido hacia su destino por vía terrestre. En Quillota aloja en el Hotel Oddo, y el sábado siete de agosto de 1858, "a la una de la tarde a caballo" llega a Catapilco. "Encontró al señor Ruperto Ovalle i sus S.S. hermanos en el atrio de la casa de la Hacienda i entregó la carta". Schmidt relata: "La Hacienda Catapilco, constaba de una superficie de veinte i siete mil hectáreas (27000 h), ademas estaba la hacienda Longotoma treinta i dos mil hectareas (32000 h) arrendada i pertenecia a los mismos señores, la hermosa Hijuela La Calera a riberas del rio Aconcagua cerca de Quillota siete cientos hectareas (700 h), que formaban en conjunto una superficie de sesenta mil hectareas (60000 h). Con el descubrimiento del oro en California, años antes i buenos negocios, habian enriquezido los hacendados en Chili i los S.S Ovalles. Se habia gastado dinero en una gran represa, para regar la hacienda de Catapilco i una de sus primeras ocupaciones fue terminar la nivelación de los canales". Don Teodoro continúa su historia manuscrita con un relato en tercera persona: "Niveló en este tiempo también un canal al Mayorazgo Irarrazabal, desde el río La Ligua a la hacienda Pullay. En seguida trazó el camino carretero desde la Cuesta del Melón a las Casas de Catapilco i quedó en su ejecución. También señala que en el año 1859 a la familia Ovalle le subieron el canon de arrendamiento de la Hacienda Longotoma, de nueve mil a veinte mil pesos anuales, por lo que "era necesario prestar una preferente atencion para hacer producir a aquella hacienda el canon. Se ocupó al lado de los S.S. Ovalles, en deslindar numerosos potreros i subarriendos, en trazar canales i caminos, levantar planos e inventarios. Trazó el año 1860 en Catapilco numeroso kilómetros de camino para el tráfico de a caballo, por las cerranias en direccion al puerto de Zapallar i un camino carretero por el terreno plano para aquel puerto. Levantó en 1861 un detallado i hermoso plano topográfico, de veinte i siete mil hectareas de la hacienda Catapilco, que atraia la atencion de las personas entendidas. Administró La Calera de cuya propiedad levantó también un plano. Visitó La Serena, Guayacan i levantó en Coquimbo un plano del establecimiento de fundición i muelle del Sr Ramon Ovalle con sus respectivos perfiles".

CONTINUARÁ EN EL CAPÍTULO III...